75 kilómetros río abajo las aguas del río Jarama presentan un deterioro tan radical como evidente. La contaminación aumenta a medida que el río atraviesa núcleos con mayor densidad de población. Pero incluso en las zonas más limpias el Jarama no alberga la riqueza ecológica que debería. Aquí el enemigo a batir se llama desecación. En todos los tramos la acumulación de basura es una constante. Tanto en el río como en sus alrededores. Vertidos incontrolados, instalaciones obsoletas, extracciones abusivas tan cercanas al río que alteran su caudal y su ecosistema. Muchas voces exigen la recuperación del Jarama, principal ecosistema fluvial de la Comunidad de Madrid.
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