jueves, 19 de julio de 2007

Hacer negocios con los ríos nos sale caro a todos los ciudadanos

Hace algunas semanas quedó cortado el tráfico ferroviario entre Madrid y el
Sur y Levante cómo consecuencia del desplazamiento de una pilastra del
puente ferroviario sobre el río Jarama, entre Aranjuez y Ciempozuelos. Según
RENFE la incidencia afectó a no menos de 14.000 viajeros. Sorprende que a
estas alturas no se haya informado a la opinión pública de las causas de una
incidencia tan grave para la seguridad ferroviaria.
Para quienes somos testigos, desde hace años, de los daños que soporta la
ribera del Jarama no nos cabe duda que se trata de un deterioro inducido, casi
diríamos que provocado, por la codicia y los negocios a costa del medio
natural, y por la ausencia de una Administración eficaz que defienda el
patrimonio fluvial, que es de todos.
El desplazamiento de la pilastra no tiene otra causa que la pérdida de apoyo
por efecto de la erosión que sobre el fondo del cauce viene provocando el
“encajonamiento” del río al no encontrar sus zonas de inundación naturales
(canales, meandros...) en los momentos de riadas.
Hace décadas que el río Jarama viene siendo canalizado (ampliación del
Aeropuerto de Barajas), fijado con escolleras, ocupadas sus riberas (de antigua
titularidad pública) por cultivos y urbanizaciones, extraídos los materiales que
debía trasladar por graveras que durante décadas han trabajado en sus orillas,
incluso en el propio cauce.... El resultado de todo este inútil intento por
domesticar el río no podía tener otro efecto que el fenómeno de
“encajonamiento”, es decir la erosión en profundidad cuando se le impide
hacerlo a lo ancho de sus riberas.
Reparar puentes (ya hay varios en “lista de espera”) puede resultar aparatoso y
motivo de interés por los medios de comunicación, pero todos los días los
impuestos de los ciudadanos tienen que cubrir las consecuencias menos
visibles de tanto negocio carente de escrúpulos y de la ausencia de una
Administración que proteja y defienda eficazmente el patrimonio público. Que
se hundan los ríos significa que desciende el nivel freático en todo el valle, y
esa pérdida de humedad se traduce en más agua de riego, en pérdida de
arbolado, en humedales colapsados, en riesgos de inundaciones catastróficas
(cuando el “canal” no pueda absorber la riada), etc. Pero estos abusos
representan sobre todo la pérdida de oportunidades y de calidad de vida para
los ciudadanos, especialmente para las poblaciones de la ribera.

Antonio Martínez y Raúl Urquiaga (miembros de “Jarama Vivo”)

sábado, 7 de julio de 2007

El Canal de Isabel II sigue considerando el Jarama una cloaca donde verter las aguas residuales de los madrileños

Las estaciones depuradoras de agua del Canal son las principales responsables de la contaminación del río.

Jarama Vivo solicita a la Confederación Hidrográfica del Tajo que realice un control exhaustivo de todas las depuradoras de la Región.

Varios activistas cuelgan una pancarta de 40 metros en el puente de Arganda denunciando la gestión del Canal.

La ineficiente depuración de las aguas fecales e industriales de la capital y del cinturón metropolitano convierten el Jarama en el principal sumidero de aguas residuales de la región de Madrid. Este hecho genera un doble problema: uno ambiental, debido a la degradación manifiesta del ecosistema ribereño; y otro sanitario, al ser regados los cultivos de la comarca con aguas altamente contaminadas.

A finales de junio conocíamos la noticia de la sanción de 300.506 euros impuesta por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), al Canal de Isabel II (CYII) por verter "aguas residuales" de la depuradora de Torrelaguna. Este hecho no es un caso aislado, sino que representa lo que cotidianamente ocurre en todas las depuradoras del CYII. Así, Jarama Vivo se ha dirigido formalmente a la CHT solicitando un control exhaustivo de todos los vertidos realizados por ésta y, en caso de verificarse una contaminación sistemática, que se proceda a una sanción ejemplarizante y a la obligación de reparar los daños producidos.

Los contaminantes de las depuradoras madrileñas no sólo convierten en ríos sin vida al Jarama y a su afluente el Manzanares, sino que estos residuos llegan hasta Toledo a través del Tajo. Los abusivos caudales asignados para regadíos y campos de golf a través del Trasvase Tajo-Segura, hacen que el Tajo apenas lleve agua en Aranjuez[1]. Por el contrario, el Jarama con un caudal muy por encima de lo que naturalmente le correspondería, aporta cientos de miles de litros de aguas contaminadas a diario al cauce del Tajo cuando confluyen por debajo de la población ribereña. Podríamos decir que el agua sucia que fluye a la altura de Toledo, no pertenece al Tajo sino al Jarama.

La contaminación del Jarama se ve seriamente agravada en los meses de verano, cuando el CYII procede sistemáticamente a cortar el suministro de caudales desde las presas de cabecera, el Vado y el Atazar, ocasionando desecaciones totales como la vivida el pasado año. En la actualidad la Comisión de Peticiones de la UE tramita la denuncia interpuesta por Jarama Vivo el pasado año contra el Canal y la CHT.

La gestión del CYII no responde a un modelo en que se convine el racional abastecimiento de las poblaciones con la conservación de los ríos madrileños. Lejos de esto, está basada en criterios mercantilistas que hacen del recurso agua un bien comercial con el que engrosar la cuenta de resultados de esta empresa bajo el Gobierno de Esperanza Aguirre. Por otro lado está sirviendo para promover y fomentar los proyectos de urbanismo depredador (urbanizaciones y campos de golf) de los municipios madrileños. Ante la falta de agua para las demandas futuras, el CYII mediante el “Plan Madrid D-pura” prevé la depuración de 30-40 Hm3 anuales, con lo que podrán regar según su propia publicidad “100 campos de golf”. ¿Qué agua llevarán entonces nuestros ríos? Deberían conocer en el CYII que estos caudales se detraen del río y que deben ser incorporados a los mismos para mantener unas condiciones ecológicas mínimas.

Ante esta situación, una decena de activistas de Jarama Vivo han procedido a colgar una pancarta en el puente de Arganda con el lema “El Canal de Isabel II, una amenaza para nuestros ríos”. En las próximas semanas es posible la realización de otras movilizaciones dependiendo de la ausencia de caudales en la zona media.

Comarca del Jarama, 7 de julio de 2007

Para más información o disponer de fotos en alta resolución: Raúl Urquiaga (675 569 118) y Simón Cortés (630 776 748)